Todos los niños son maravillosos y únicos, pero algunos en concreto son especiales y dignos de admirar por la lección que nos dan cada día. De niños como María, como Íker, como Germán... tendríamos que aprender los adultos. A trabajar duro, desde que apenas vienen al mundo, para superar sus dificultades sin protestar, sin quejarse, y siempre regalando una sonrisa.
Gracias por recordarme a mí y a otras muchas personas, lo que de verdad importa. Un besito linda!. |
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